jueves, 3 de marzo de 2016

Enfermedad pulmonar obstructiva cronica (EPOC)

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se caracteriza por un bloqueo persistente del flujo de aire. Se trata de una enfermedad subdiagnosticada y potencialmente mortal que altera la respiración normal y no es totalmente reversible. Los términos bronquitis crónica y enfisema están obsoletos, quedando englobados en el diagnóstico de EPOC.


Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la EPOC son la disnea (falta de aire), la expectoración anormal y la tos crónica. A medida que la enfermedad empeora, pueden hacerse muy difíciles actividades cotidianas como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta.

Diagnóstico y tratamiento

La presencia de EPOC se confirma con una prueba diagnóstica, llamada espirometría, que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado. Como tiene una evolución lenta, generalmente se diagnostica en personas de 40 años o más.
La EPOC no se cura y es esencial dejar de fumar para prevenir la progresión de la enfermedad. Existen varios tratamientos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, los medicamentos broncodilatadores pueden mejorar la disnea.
La disponibilidad de opciones terapéuticas para la EPOC varía según los recursos. La OMS ha publicado una directriz1 con recomendaciones específicas para el tratamiento de la EPOC en la atención primaria en entornos con pocos recursos.

Población en riesgo

Antes, la EPOC era más frecuente en el sexo masculino, pero debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados y al mayor riesgo de exposición a la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción) entre las mujeres de los países de bajos ingresos, en la actualidad afecta casi por igual a ambos sexos.
Más del 90% de las muertes por EPOC se producen en los países de bajos y medianos ingresos, donde no siempre se ponen en práctica o son accesibles las estrategias eficaces de prevención y control.

Factores de riesgo

La EPOC es prevenible. Su principal causa es el humo del tabaco (fumadores activos y pasivos). Otros factores de riesgo son:
  • la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción);
  • la contaminación del aire exterior;
  • la exposición laboral a polvos y productos químicos (vapores, irritantes y gases);
  • las infecciones repetidas de las vías respiratorias inferiores en la infancia.

Respuesta de la OMS

La lucha contra la EPOC forma parte de las actividades generales de prevención y control de las enfermedades no transmisibles que lleva a cabo la Organización, cuyos objetivos son:
  • aumentar la sensibilización acerca de la epidemia mundial de enfermedades crónicas;
  • crear ambientes más saludables, sobre todo para las poblaciones pobres y desfavorecidas;
  • reducir los factores de riesgo comunes de las enfermedades no transmisibles, tales como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la inactividad física;
  • prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables relacionadas con las principales enfermedades no transmisibles.

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